INDICADORES DE LA DELINCUENCIA: DATOS OFICIALES

Los  indicadores  de delincuencia  son  instrumentos  destinados  a medir  el  fenómeno  criminal.  Se divide  en datos oficiales  y datos no oficiales.  

Datos oficiales 

Los datos oficiales  expresan  datos sobre la delincuencia  registrada  o aparente. Los primeros  datos que se generan  son los  policiales,  seguidos  de los  judiciales  y  los penitenciarios  o de ejecución. Estos datos no recogen la cifra  negra  (delincuencia  no identificada  o no reconocida).  Consisten  en estadísticas  numéricas.  

Estos  datos son  oficiales  porque  provienen  del  estado o de la  administración,  concretamente,  del sistema  de justicia  penal.  Este sistema  es un  instrumento  que utiliza  el  estado para producir  estos datos. Los datos son aproximados  y sirven  para prevenir  los delitos.  

El  problema  de  los  criminólogos  es  que  los  indicadores  oficiales  de la  delincuencia  nada  más contienen  información  sobre las personas que han  padecido la reacción  social  al delito,  y dejan de banda el conjunto  de delitos  no descubiertos,  más conocidos como la cifra negra de la delincuencia. En consecuencia,  no miden  de manera  precisa el fenómeno  criminal.  La criminología  necesita datos que  puedan  aproximarse  a esta cifra  de la  delincuencia.  No hay  ningún  instrumento  que  pueda descubrir  la cifra  negra,  pero podemos conocer  una  parte gracias  a las encuestas  no oficiales  que se utilizan  sobre todo para aproximarse  el máximo  posible  aunque  no recojan  del todo este dato.  Los datos oficiales,  nos proporcionan  una información  más valida.  Aunque  hay algunos  datos más fiables  que otros  eso depende de la fuente.  

Problemas de los datos oficiales

 Respecto a los problemas  de validez  los indicadores  oficiales  de la delincuencia  residen  en el hecho de que solo  mesuran  la delincuencia  descubierta,  dejando de banda todos los delitos  que no llegan al  conocimiento  de  las  autoridades  del  sistema  judicial  penal  (problemas  relacionados  con  la prevalencia  de  la  delincuencia,  es  decir,  el  porcentaje  de  autores  identificados,  y  problemas vinculados  con la incidencia  de la delincuencia,  es decir, la cantidad  de los delitos).  

En  las  estadísticas  oficiales,  existen  categorías  de  personas  sub-representadas  (mujeres delincuentes,  delincuentes  de cuello  blanco,…)  que  pueden  causar  la  cifra  negra,  y  de personas sobre-representadas  – sobre  todo  en  las  estadísticas  policiales.  La  fiabilidad  de las  estadísticas criminales  es también  dudosa.  Por un  lado, la  tendencia  a denunciar  delitos  depende de diversos factores que conciernen  a la víctima  o a un eventual  testigo,  lo que hace que el porcentaje de delitos denunciados  con  respeto  al  total  de delitos  cometidos  varíe  de un  año a otro. Por otro lado,  las estadísticas  oficiales  son  muy  sensibles  a los  cambios  de política  criminal  y factores  subjetivos. Frente  a una  situación  ambigua,  dos policías  pueden  registrar  el  mismo  delito  de forma  diversa. Esto  implica  que  los  aumentos  o disminuciones  de la  delincuencia  registrada  en las  estadísticas puedan  producirse  independientemente  de  los  aumentos  o  disminuciones  del  nivel  real  de delincuencia.  

como hemos adelantado enteriormente, los datos pueden ser oficiale o no oficiales, el esquema sería el siguiente:

DATOS OFICIALESDATOS NO OFICIALES
Datos judiciales
Datos policiales
Datos penitenciarios
encuestas autorreveladas
encuestas de victimización

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