TEORÍA DE LAS SUBCULTURAS DELICTIVAS

En el estudio de la delincuencia juvenil y su relación con las subculturas, se plantea un segundo argumento fundamental: los actos delictivos propios de las subculturas juveniles no son ajenos a la moral predominante, sino que guardan vínculos con ciertos valores presentes en la cultura en general. Aunque la cultura dominante enfatiza la importancia del trabajo, la educación y la disciplina, también otorga relevancia a otros aspectos, como la búsqueda de emoción, la demostración de masculinidad y la obtención de riqueza. Este argumento suscita debates, ya que cuestiona la idea de que la delincuencia juvenil subcultural sea exclusiva de adolescentes de clases sociales bajas.

Explorando los Vínculos con la Cultura Dominante:

El argumento planteado sostiene que los comportamientos delictivos dentro de las subculturas juveniles no están desconectados de los valores culturales predominantes. A pesar de que la cultura mayoritaria promueve la integridad, la dedicación al estudio y la autodisciplina, también exalta valores como la emoción, la exhibición de masculinidad y la obtención de recursos económicos. Esto sugiere que los actos delictivos en el contexto de las subculturas pueden estar influenciados por una interpretación distinta de los valores culturales.

La Diversidad de Participantes:

Otro aspecto que genera controversia en esta línea de argumentación es la afirmación de que la delincuencia juvenil subcultural no se limita a adolescentes de clases sociales bajas. Los autores reconocen que la conducta delictiva es un fenómeno minoritario, pero argumentan que adolescentes de todas las clases sociales pueden participar en subculturas juveniles relacionadas con la delincuencia.

Conclusiones:

Este segundo argumento desafía la percepción convencional de que la delincuencia juvenil subcultural es exclusiva de ciertos estratos sociales y que está completamente desconectada de la moral dominante. Al considerar que los valores culturales también pueden influir en estas subculturas, se abre un debate sobre cómo abordar y comprender este fenómeno. Además, se destaca la importancia de reconocer la diversidad de participantes en estas subculturas, lo que sugiere que la delincuencia juvenil subcultural no puede ser simplificada como un problema exclusivo de una determinada clase social.

Subculturas violentas y apáticas.

Cuando en un barrio un joven no tiene ni oportunidades lícitas ni oportunidades ilícitas, la única forma que tiene de resolver sus problemas de frustración es mediante la delincuencia expresiva, la subcultura conflictual, basada en la finalidad de adquirir un estatus a través del uso de la violencia. Un ejemplo claro es la lucha entre bandas. Es un tipo de subcultura que no es duradera porque no tiene organización y ningún tipo de apoyo.

Por otro lado encontramos la subcultura apática, que se estructura sobre el consumo de drogas. Es un tipo de subcultura en la que los jóvenes que no tienen ninguna posibilidad se refugian en el consumo de drogas. Dentro de este tipo de subcultura encontramos por un lado a los que no tienen oportunidades lícitas ni ilícitas y, por otra parte, a los que no tienen oportunidades lícitas pero se encuentran muy vinculado a los medios lícitos y no los quieren transgredir.

Otras concepciones sobre las subculturas

Hay dos críticas a la teoría de CLOWARD y Ohlin que son importantes. Una es la realizada por Miller, quien sostiene que no es cierto que las bandas juveniles surjan para superar problemas de estatus del joven de clase obrera sino que el joven de clase baja delinque en la conformidad a la cultura que recibe y, por otro parte, la realizada por Matza y Skyes, los cuales sostienen que no es cierto ni que el delincuente subcultural esté aislado del mundo convencional ni tampoco que proceda fundamentalmente de la clase baja sino que la delincuencia juvenil supone un comportamiento en la búsqueda de excitación que es propio de la cultura juvenil y no de los jóvenes de clase baja específicamente.

Delincuencia y cultura de clase baja – Miller.

Según este autor el prototipo de delincuente no es una persona rebelde que recurre a la delincuencia para ser reconocido, sino que es una persona «conformista» a los valores que le transmite su clase social. Con esto no quiere decir que la clase social baja valore positivamente el comportamiento delictivo, sino que existen valores de la clase baja que dan cobertura a este tipo de acciones.

Delincuencia y excitación – Matza y Skyes.

Su teoría se fundamenta en dos argumentos. Por un lado dicen que si el delincuente subcultural valora positivamente todo lo que la sociedad rechaza no tiene sentido que desarrolle un sentimiento de culpa que, según ellos, desarrollan la mayoría de delincuentes juveniles al ser detenidos. Así pues, sostienen que un delincuente tiene los mismos valores que la sociedad convencional, pero ha aprendido a neutralizar el sentimiento de culpa e intenta justificar su actuación.

Ejemplo: cuando un joven le da una paliza a algún otro justifica su actuación diciendo que el otro le había provocado.

Un segundo argumento que dan es que el delito propio de las subculturas juveniles no es un acto alejado de la moral dominante, sino que encuentra relación con algún valor de esta cultura. Aunque es cierto que la cultura dominante da importancia al trabajo, el estudio y la disciplina, también le da importancia a la excitación, la demostración de masculinidad o la consecución del dinero. Otro punto de discordia dentro de esta línea es que los autores sostienen que la delincuencia juvenil subcultural no es un fenómeno propio de los adolescentes de clase baja sino que adolescentes de todas las clases sociales participan en los subculturas juveniles. Los autores son conscientes de que la conducta delictiva se trata de un comportamiento minoritario.

Consecuencias de política criminal

Las propuestas político criminales dentro de esta línea se basan en combatir los problemas de ajuste del joven de clase obrera que lo podían llevar a participar en una subcultura delictiva, a través de incrementar las oportunidades de formación y de trabajo en los barrios deprimidos de las ciudades. Existen también otras propuestas, como la impulsada por Cohen, quien sugiere el no desvalorizar a los jóvenes de clase obrera pero, reconoce que esta propuesta pone en peligro el impulso a la competitividad y las consecuencias económicas (beneficiosas) que ello supone. Finalmente, Matza propone combatir la base sobre la que se asientan la atribución de legitimidad al acto delictivo en el seno de la subcultura. Con esta propuesta lo que se pretende es que los jóvenes infractores no desarrollen técnicas de neutralización que le alejen de la cultura convencional.

Teorías Criminológicas

Escuela Clásica

Teorías Biológicas

Teorías Ecológicas

Teoría de la Asociación Diferencial

Subculturas Delictivas

Teoría del Control

Teoría de la Anomía

Teoría del Etiquetamiento

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